Esta luz tan breve
Miravoz del libro de Aurelio González Ovies
Desencanto
Desenterró su cuerpo. Pidió un poco
de luz.
Entendió que nada había cambiado.
Cogió una rosa. Se empapó con la lluvia,
acarició la tela de la tarde,
escuchó el mirlo
y prefirió seguir tumbada entre los muertos.
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