Deshielo

Enero. Sus últimas
estancuas. El sol
está más alto.
Alguna lagartija asoma
entre los setos.
Brotan ya los narcisos
con la misma pasión que un día
sentí sobre mi cuerpo.

Respiro hondo. Rejuvenezco
un poco y siento
          -qué contradicción dulce-
que envejezco.